Un partido cualquiera, condicionado por los de siempre

El Nice-Saint Étienne prometía ser un partido muy entretenido. Primero, porque la distancia entre ambos equipos era de únicamente un punto, y segundo, porque en la grada iba a haber mucha rivalidad. Los ultras del Nice siempre se han declarado nazis, mientras que los del Saint Étienne, ocupan la parte más republicana de Rodano en la que el Lyon si que ocupa la parte derechista de dicha comarca (Los famosos Bad Gones son uno de los grupos de derechas más radicales de Francia). En teoría, se suponía que no iba a haber incidentes, pero a la llegada de los ultras del Saint Étienne al Allianz Rivera, todo cambió.

Los ultras del Niza estaban esperando a los del Saint Étienne a su llegada al estadio, en un autobús que no tenía protección de un patrulla de policía. Este factor fue aprovechado por varios aficionados radicales, que apedrearon el autobús de los hinchas verdes, hasta dejarlo abollado y con algunos cristales rotos. Por suerte, en este primer altercado no hubo heridos, pero claro, en el fútbol, es habitual ejecutar la famosa ley del ojo por ojo, diente por diente, y así ocurrió en Niza.

Foto del autobús del Saint Étienne apedreado.